Zion Clark nació con el síndrome de regresión caudal, un trastorno poco frecuente que afecta el desarrollo de la columna vertebral inferior.

En el caso de Zion, significaba que sus piernas no se desarrollaron. El hombre de Ohio, de 22 años, es uno de cada 100,000 niños que nacen con la afección congénita cada año.
Desafortunadamente, Zion terminó en cuidado de crianza durante los primeros 16 años de su vida. Hoy su madre adoptiva Kimberlli, dice que Zion ahora tiene un fantástico sistema de soporte. El amor y la atención que recibe en el hogar han llevado a Zion a encontrar su fuerza y pasión en forma de lucha libre.
El talentoso y entusiasta deportista intenta convertirse en uno de los mejores luchadores de estilo libre del mundo. Entrena dos veces al día, seis días a la semana. “Es una rutina, es un estilo de vida. Nacer sin piernas no me ha impedido hacer las cosas que quiero hacer”. terminó manifestando Zion.
Fuente: metro.co.uk
Categorías:Noticias