El regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca desde Marine One después de su decepcionante mitin el sábado por la noche en Tulsa, Oklahoma, presentó una imagen muy diferente de la que suele proyectar.

El rally estaba destinado a reiniciar su campaña de reelección de 2020, estancada desde que la pandemia de coronavirus cerró la mayoría de las grandes reuniones.
Pero la multitud que resultó fue mucho más pequeña de lo previsto, y Trump regresó a la Casa Blanca con una camisa abierta y una corbata deshilachada mientras se aferraba a una de las gorras rojas de su campaña.
En Twitter, los críticos dijeron que Trump parecía abatido, y algunos incluso agregaron música al momento:
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