Es una señal de una cultura cambiante que tantas marcas se han sumado al denunciar el racismo estructural. Pero para muchas grandes corporaciones, los mensajes publicados en las redes sociales no se alinean con la forma en que funcionan sus compañías, ni con la forma en que realmente ganan su dinero.

Unilever, la multinacional de bienes de consumo que posee marcas como Dove, Noxzema, Vim, Ben and Jerry’s y Q-Tips, está siendo criticada por su apoyo público a los movimientos de justicia racial.
Según el sitio web de Unilever, el respeto de los derechos humanos es el núcleo de su modelo de negocio. Pero una de las compañías que poseen, Fair & Lovely, vende crema para aclarar la piel en la India.
“Este producto se ha basado, perpetuado y se ha beneficiado del racismo internacionalizado y promueve sentimientos contra la negrura entre todos sus consumidores”, dice una petición de Change.org que intenta prohibir la venta del producto.
“El colorismo, la discriminación basada en el color de su piel, es un subproducto directo del racismo que afecta a millones de personas hoy en día, como las cremas de cara como Fair & Lovely que continúan vendiendo”.
Fuente: huffpost
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